Un día más en Collide, un día más de sacrificios. ¿Para qué? Si no importa ya cuán duro trabajemos: nada devolverá a los suelos la fertilidad de la que gozaron hace mucho tiempo atrás. Picamos y aramos la tierra como si eso surtiera algún efecto. Estas cadenas que hoy me pesan más que antes son lo único que me mantiene unido a mi familia. No puedo coordinar mis brazos más que para subir y bajar el pico. Mis fuerzas y las de todos están agotándose; nos vemos morir paulatinamente conforme pasan las horas. De tanto trabajar, olvidé cómo comunicarme. Sólo recuerdo tres palabras además de la oración. Palabras que repito todo el día hasta el cansancio, sin recibir respuesta alguna: hambre, sed, duele.
Se me consumieron las lágrimas, porque no tengo agua para llorar. Nadie lo intenta, siquiera. ¿Quién oiría nuestras súplicas? Estamos condenados a trabajar como esclavos para morir, mientras en el refugio los arkratos reciben los goblins creados en el mejor laboratorio del arkranato máximo. Sobraban coentíficos sumamente capacitados y los recursos para generar cantidades de goblins suficientes para abastecer a toda la muchedumbre, eran inmensos. Pero nosotros no éramos dignos.
Cuando cayó el sol, un anciano se encaminó hacia su esposa, trastabilló sobre ella y la abrazó. Supimos que él era el próximo. Un joven se levantó y movió las pocas provisiones que el viejo guardaba hasta el cadillero AD2, que correspondía al casillero de la mujer y, a los pocos minutos, Darío murió.
La ceremonia de defunción consistía en hacer un gran círculo tomados de las manos y recitar la Oración de los ignorados:
Hoy decimos adiós a un luchador ideal.
Resistiendo fue el mejor. Trabajando, mucho más.
Aquí te recordaremos siempre, vengaremos tu muerte.
Ten paciencia que en nuestro espíritu estarás eternamente.
Pero esta vez, todos permanecieron en silencio. Sus gargantas estaban cerradas. Y la pena guardada durante tantos años escapó a prisa en un llanto colectivo. Pude ver entonces, luego de enjugar mis ojos, cómo brotaba un débil tallo verde de entre los suelos rocosos.
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