25 de marzo de 2013

Un símbolo menos, el mismo sentimiento

Hoy me siento y pienso, qué imprudente de mí esto de irse con sólo con dos pesos en el bolsillo, ¿no?
Construir un futuro sin un techo donde residir, ni quien me cobije en su sitio. Pero eso sí, con mis principios indemnes y mi deseo de ser voz de los oprimidos, de los excluidos de un régimen que es el Edén de unos pocos, poseedores de terrenos y dinero sucio, y el infierno de los obreros.

Y de este modo, siguiendo un impulso imprudente pero no ilógico, me encuentro con disposición de seguir mi propio rumbo, por el que me condujo mi proceder. Mi predilección por el oficio de difundir, de extender mi credo guerrero y rebelde.

Sí, soy rebelde. Y si quiero, puedo concederte un símbolo de provecho, con el que intentes enmudecerme. No lo necesito. Ni insuficiente de mi instrumento por el que me expreso me pueden destruir. Porque los motivos por los que moverse en función de que nuestros derechos se respeten son muchos  y residen en diversos intelectos. Yo no moriré, de ningún modo. Viviré por siempre en el movimiento de un distintivo en el viento, o entre los gritos de un pueblo inconforme de sus dirigentes.

1 comentario:

  1. Me encanta cuando me obligas a releer y con cada nueva lectura me haces encontrar con una nueva arista de la historia.
    Se que no es una historia, confío en que sea algo que sentiste al mirar con esos ojos de poesía grandes y hermosos que tenes, una situación que te llenó el alma.

    Me encanta ser testigo de tu embarque emocional a quien sabe donde. Me puede sobremanera la rítmica de tus palabras. Y por sobre todo, admiro como ves la vida.

    Un beso enorme, es muy lindo esto que escribiste.
    CS.

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